Anja Pastor: Buenos días, Prof. Schuberth, le agradecemos mucho la oportunidad de debatir con usted sobre el sistema inmunitario, haciendo énfasis en los rumiantes.
Para iniciar esta conversación, planteemos una pregunta bastante general: ¿en qué fase comienza el desarrollo del sistema inmunitario?
Hans-Joachim Schuberth: El desarrollo del sistema inmunitario comienza durante el embarazo. No empieza todo a la vez. Hay olas o 'ventanas' durante las cuales aparecen ciertos tipos de células, o en las que los órganos inmunitarios son sembrados de células.
Al menos hacia el final de la gestación, el sistema inmunitario de la ternera ya está más o menos 'completo' y es capaz de montar respuestas inmunitarias adaptativas bastante complejas frente a antígenos extraños.
AP: A veces se describe el calostro como un "superalimento" para el recién nacido. ¿Puede explicarlo?
HJS: Pues bien, el calostro actúa en muchos niveles diferentes, más allá de proporcionar energía y protección mediante anticuerpos maternos. Protegidos por este ‘paraguas de anticuerpos’, una multitud de ingredientes del calostro guían y favorecen el desarrollo y la programación del sistema inmunitario del recién nacido, es decir, el sistema inmunitario intestinal está aún muy poco desarrollado.
Muchos de los ingredientes del calostro interactúan directamente con las células epiteliales e inmunitarias y las guían para que respondan de forma adecuada y equilibrada tras el contacto con patógenos. Estas respuestas equilibradas también están guiadas por la interacción entre las bacterias intestinales comensales y las células intestinales residentes más adelante en la vida. En este sentido, es sorprendente comprobar que diversos ingredientes del calostro actúan como prebióticos, favoreciendo el desarrollo de un microbioma sano. En resumen, el calostro es una ‘navaja suiza’ para el recién nacido.
AP: Según su experiencia, ¿cómo es la realidad a la hora de alimentar con calostro a los terneros recién nacidos?
HJS: Para ser sinceros, la realidad es bastante decepcionante. Aunque es bien sabido que los terneros deben ser alimentados con calostro lo antes posible después del parto, que el suministro de calostro debe ser lo suficientemente elevado y que el calostro debe ser de alta calidad, la realidad nos dice que no es así. En muchos países, el porcentaje de terneros con un suministro insuficiente de calostro ha aumentado en los últimos años.
AP: ¿Cuál es el impacto del consumo de calostro en el nivel y el momento adecuados sobre el sistema digestivo?
HJS: Las publicaciones demuestran que el consumo a niveles adecuados -por ejemplo, 4 litros frente a 2 litros- tiene una enorme repercusión en el aumento de peso, los parámetros de salud y la producción de leche en etapas posteriores de la vida. Un mayor volumen de calostro también influye en el desarrollo del intestino, su longitud, la estructura de la mucosa y el desarrollo de las células epiteliales. Si el calostro se ofrece antes, a las pocas horas del parto, esto tiene un efecto positivo sobre el microbioma intestinal y el desarrollo, tanto en términos de cantidad como de composición. Como ya se ha mencionado, todos estos aspectos intervienen en el desarrollo y la regulación del sistema inmunitario y ponen de relieve la importancia de una dieta equilibrada y unos niveles adecuados de calostro.
AP: Existe una fuerte conexión entre el intestino y el pulmón. Por qué es importante esta conexión para criar terneros?
HJS: Los terneros sufren diarrea y/o enfermedades respiratorias. Al estar implicados distintos órganos y agentes patógenos, estas enfermedades parecen entidades independientes. Sin embargo, ahora reconocemos que lo que ocurre en el intestino tiene una gran influencia en otros órganos y en cómo actúa allí el sistema inmunitario.
Así que resulta obvio que un pulmón sano también tiene su origen en un intestino sano, un suministro adecuado de calostro y una dieta apropiada.
AP: La naturaleza ofrece una vasta fuente de compuestos bioactivos que pueden modular la respuesta inflamatoria. ¿Puede recomendarse el uso de estos compuestos en la nutrición de animales jóvenes?
HJS: ¡Sí! Existe un debate sobre la duración de la suplementación, las concentraciones necesarias, etc. Sin embargo, cualquier cosa que regule la respuesta inflamatoria merece mucho la pena. A largo plazo, incluso la inflamación subclínica o no visible es muy perjudicial para cualquier animal, pero especialmente para el neonato en crecimiento.
Una de las razones aparentes es que un sistema inmunitario inflamatorio consume mucha energía. Aparte del cerebro, el sistema inmunitario tiene la siguiente mayor demanda energética del organismo. Además, los nutrientes utilizados por el sistema inmunitario no sirven para el crecimiento y el desarrollo. Por supuesto, podríamos utilizar antiinflamatorios para inhibir las respuestas inflamatorias. Sin embargo, esto conlleva efectos no deseados en el sistema inmunitario o en mecanismos inmunitarios importantes.
El enfoque más sostenible parece consistir en modular las respuestas inflamatorias o entrenar una respuesta inflamatoria equilibrada mediante la alimentación con compuestos específicos derivados de plantas, prebióticos, preparados de calostro, etc. La alimentación con compuestos inmunomoduladores también garantiza una modulación más específica del sistema inmunitario intestinal, que es muy importante para las respuestas inmunitarias en todo el organismo.
AP: ¿Cómo influye el periodo de transición de las vacas en el desarrollo del sistema inmunitario, la maduración intestinal y, posteriormente, el rendimiento de los terneros?
HJS: Principalmente a través de la programación parcial del sistema inmunitario del ternero y su funcionalidad tras el nacimiento.
Cada vez reconocemos más cómo los distintos sistemas de alimentación de transición y factores de estrés como el calor al final de la gestación afectan a la capacidad del sistema inmunitario del recién nacido, a la maduración intestinal e incluso al rendimiento de los terneros en su primera lactancia, cuando crecen y se convierten en vacas.
AP: La claudicación o el dolor crónico pueden contribuir a procesos inflamatorios crónicos de bajo grado. Cuál es la relación entre el dolor y la inflamación? ¿Puede explicarlo con más detalle?
HJS: Bueno, en primer lugar, el dolor puede ser consecuencia de una respuesta inflamatoria. Sólo hay que imaginar lo dolorosa que puede ser una articulación artrósica. Por otro lado, el dolor físico o psicológico puede afectar a la forma en que las células inmunitarias trabajan juntas o a la correcta regulación de los mecanismos inmunológicos necesarios. La razón es que todas las células inmunitarias tienen receptores para los neuropéptidos y neurotransmisores que liberan las células nerviosas durante los episodios dolorosos. Este diálogo entre las neuronas y el sistema inmunitario impulsa los procesos inflamatorios en todo el cuerpo.
AP: Usted prefiere llamar a una respuesta inmunitaria "correcta o incorrecta" en lugar de "alta o baja". ¿Por qué? ¿Puede una respuesta inmunitaria "incorrecta" transformarse externamente en una respuesta inmunitaria "correcta"?
HJS: Cuando utilizo los términos "correcta o incorrecta", me refiero al punto final de una respuesta inmunitaria. En el mejor de los casos, el evento nocivo o patógeno se elimina con muy poco esfuerzo. Veamos una infección vírica en el intestino, por ejemplo, una infección por rotavirus.
Una respuesta rápida de las células epiteliales infectadas, perfectamente entrenadas, inhibiría directamente la replicación del virus sin necesidad de montar más respuestas inmunitarias que cuestan mucha energía. Una respuesta errónea provocaría la infección, la destrucción celular y una respuesta inmunitaria "fuerte" o exagerada aún más perjudicial. A veces, una respuesta "correcta" daría lugar a la generación de IgG distintas, por ejemplo, IgG2 en lugar de IgG1. Esto significa que no sólo es importante la mera generación de "anticuerpos", sino el tipo de anticuerpos. Una respuesta inmunitaria continua "incorrecta" no se altera tan fácilmente.
Primero hay que inhibirla y luego alimentar, tratar y mantener a los animales de forma que sus tejidos y su sistema inmunitario respondan correcta o adecuadamente.
AP: ¿Cuál es el principal mensaje que debemos llevarnos a casa?
HJS: El sistema inmunitario del ternero ya está modulado en la vaca y gran parte de la programación tiene lugar justo después del nacimiento a través del calostro. La vaca y el ternero integran todos los impactos, ya sea a través de la alimentación, la temperatura, el dolor u otros factores de estrés, para guiar la capacidad de respuesta del sistema inmunitario del recién nacido. Los terneros necesitan a sus madres y nuestra ayuda. No basta con protegerlos: ¡hay que educarlos!.
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